Vie. Oct 4th, 2024

Historia de «El Hombre del Cementerio«

Esta es una historia que me contaba mi Madre y se remonta al año1965.

Ella la comenzaba diciéndome que una madre soltera y su hija, de alrededor de los 12 años, fueron invitadas por los Abuelos de la pequeña a sus 40 aniversarios de casados. La madre francamente no se la llevaba muy bien con su padre y decidió que la niña fuera sola a dicha cena.

La pequeña se la paso muy bien y sus abuelos estaban muy felices de que ella los acompañaran, pero a la vez molestos con su madre por haber tenido el atrevimiento de no asistir. Ya eran altas horas de la noche, así que se dispusieron a llevar a la niña a su casa.

Al llegar el Abuelo estaciono el coche y se dispuso a entregar a la niña en la puerta de la casa, pero se percataron que algo andaba mal, así que hicieron esperar en el coche a la niña. Está no les hizo caso y fue atrás de ellos sin que lo notasen, para así poder ver qué pasaba.

Al entrar a la casa no pudieron con lo que vieron, su abuela grito horriblemente al ver a la madre de la niña, tendida en el suelo de la sala, los muebles y objetos estaban de cabeza, ella yacía muerta. Estaba con una expresión de pánico y horror en su rostro, la cual nunca pudo olvidar. Había una nota a su lado llena de sangre escrita por ella la cual decía «nunca respondas a ellos». La pequeña se quedo ahí sin escuchar nada ni a nadie, viendo a su madre fijamente sin poder hablar o expresar algo mientras sus abuelos con desespero, le sacaban de ahí para llamar a la policía.

Se abrió un caso, el cual no tardó mucho en cerrarse por falta de evidencia, los forenses declararon muerte súbita imprevista al no tener explicación.

Luego de ese suceso tan trágico la niña se tuvo que mudar con sus abuelos, quienes quedaron a cargo de la pequeña. Ellos vivían en una casa humilde, en lo que fue una urbanización militar, la cual estaba casi deshabitada. A ellos les encantaba vivir ahí ya que a su edad les gustaba la tranquilidad y el silencio de dicha zona, puesto a que no tenían vecinos cerca.

Ya habían pasado 2 años desde entonces, la niña ahora tenía 14 años.

Una noche tuvo una pesadilla. Se despertó y bajo a la cocina por agua, al subir se asomó por su ventana y vio a una chica vagando por las calles, miro el reloj y eran las 3:33 de la madrugada, “qué extraño ¿que hacia alguien tan tarde por ahí?”, se preguntó la pequeña, pero sin darle más importancia se fue a dormir. A la mañana siguiente les comento a sus abuelos. Ellos no le dieron importancia y respondieron que seguro había sido una pesadilla o cosas de su imaginación.

Tiempo después ya sus abuelos la dejaban sola cuando salían, estaba grande y podía cuidarse sola. En una de estas ocaciones, ella se encontraba en la sala viendo la televisión cuando de pronto escucho su nombre;

  • ¡Elizabeth…!
    ¡Pero, si estoy sola!, pensó. Sus abuelos solo habían salido de compras, esto la asustó e ignoro la extraña voz.

Pasadas las horas, ese mismo día, se dispuso a dormir. Ya en cama, escucho como de nuevo le estaban llamando, pero esta vez respondió como si hubiese sido su abuela, aunque ella había salido con sus vecinos tal vez decidió llegar más temprano, o eso quiso pensar.

  • Dime Abuela. – No escucho nada a su respuesta, así que volvió a decir lo mismo pero esta vez mas fuerte-

-¡Dime Abuela! –

Al no tener una respuesta, bajo a buscar a su abuela. Se asustó aún más al notar que no había nadie, que su abuela no había llegado. Subió corriendo al cuarto de sus abuelos y tomo un bate, se quedó ahí, mientras anotaba todo en un diario, así ellos sabrían que no fue una pesadilla y podían creer en sus palabras:

Volví a escuchar esa voz, que me llamaba, a la cual le volví a responder, necesitaba saber que estaba pasando, tenía mucho miedo, cuando de pronto escuche pasos correr hacia mi cuarto. Salte de la cama de mis abuelos y me asuste, la puerta comenzó a abrirse lentamente, grite, me asome al pasillo y no había nada ni nadie. Comencé a llorar frustrada, intente llamar a mis abuelos pero el teléfono no sonaba, era como si estuviese desconectado. A través del teléfono, en mi último intento desesperado por hacerlo funcionar, volví a escuchar mi nombre. Lance el teléfono y corrí a mi cuarto. Atranque la puerta y me aferre bajo mi sabana. Escuche la puerta de la casa, escuche unas llaves como si mis Abuelos hubiesen llegado, escuche mi nombre nuevamente.

-¡Elizabeth…!

-¡Abuelos! – respondí aliviada pensando que habían llegado.

Baje corriendo las escaleras y mi sorpresa fue, que no había nadie. ¡Oh dios! no paraba de llorar. Subí de nuevo a mi cuarto temblorosa, y con mucho pánico, al llegar ahí, la vi, era la viva imagen de mi abuela, pero no era ella. Lo sé por esa mirada vacía y llena de odio, y lo supe aún más cuando me dijo «jamás respondas a nosotros». Se desvaneció. Las luces comenzaron a parpadear en toda la casa y los objetos y muebles a moverse de un lado a otro, yo no paraba de gritar asustada.

-¡Tengo tanto miedo!, ¡Quiero a mis Abuelos! ¡¿Qué está pasando?!»

La cama comenzó a temblar bruscamente y, fue ahí, cuando esa cosa que tomo la forma de su abuela casi acaba con ella. La empezó a jalar de los pies. ella se aferraba a su cama, mientras gritaba y lloraba, de pronto la puerta de la entrada abre de golpe y se escuchan pasos corriendo por las escaleras y la puerta de su cuarto abre bruscamente, era su abuela. Aquella cosa que había tomado la forma de su Abuela desapareció.

La abuela abrazo a la joven, que estaba muy asustada. Junto a ella estaba el diario con toda su experiencia, por suerte no murió como su madre. Le contó todo a su abuela, quien le explico que aquella cosa era un alma que se aprovecha de eso para alimentarse de quienes le responden, y la única forma de que no te lleve con ella es que aparezca la persona real, así pierde la forma de lo que materializo. La joven nunca más volvió a responder cuando escuchaba su nombre estando sola.

Solo puedo decir, que tal vez muchas de nuestras Abuelas o Madres tengan razón, si alguna vez escuchas que te llaman por tu nombre, no respondas, puede que eso sea, lo que sea, tome la forma de tu ser querido y acabe contigo, si no pregúntale a mi madre, quien tuvo la dicha de sobrevivir esa noche gracias a su abuela y contarme esto hoy en día.

Creditos a quien corresponda…

Esta historia fue tomada del grupo de facebook «El hombre del cementerio.» Los invitamos a que lo visiten y se suscriban al grupo, sube excelentes relatos de horror.

Si tienes alguna historia o relato que deseemos que narremos, no dudes en ponerte en contacto con nosotros en masterror@masterror.mx y síguenos en nuestro instagram https://www.instagram.com/masterrormx

Puedes ver la narración de este relato en nuestro canal de youtube.

Nos leemos en la siguiente y recuerden… no tengan miedo de eso que no pueden ver… pero está ahí… detrás de ustedes.

Por masterror

Podcast dedicado a las Leyendas Urbanas, Historias Reales de los oyentes, Creepy Pastas y Clásicos del Terror.

2 comentarios en «Nunca contestes cuando estes solo y te llamen por tu nombre.»
  1. Muchas gracias y saben que «El Hombre del Cementerio» es mi grupo y blog de facebook favorito. Gracias a ustedes por permitirme narrar alguna de sus historias. Saludos.

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