Relato de un guardia de Protección Civil.
Llevaba trabajando en protección civil cerca de 5 años, en los cuales me había tocado ver casi de todo. Me sentía preparado para cualquier situación que requiriera de mis servicios, hasta ese día que me toco cubrir a un compañero en semana santa.
Estábamos en la oficina, mi amigo Enrique y yo, cuando nos llamaron para que fuéramos a una presa a las fueras de la ciudad. Según el reporte, se trataba de un presunto ahogado.
Salimos a toda prisa y al llegar al lugar, estaba la gente tratando de rescatar el cuerpo de un joven, ya que la gente aseguraba que tenia mas de media hora bajo el agua, pedimos apoyo al grupo de bomberos creyendo que estaban mejor capacitados para esa clase de situación, así que mientras esperábamos comenzamos a recaudar información:.
- Llegamos desde la mañana y nos metimos a nadar un rato, varios de nosotros sentimos en repetidas ocasiones que, algo que no podíamos ver, nos jalaba hacia las profundidades, motivo por el cual la mayoría decidió no volverse a meter. Incluso Gerardo, el joven que se había ahogado, fue el primero que salió, ya que decía que no deberíamos retar a lo sobrenatural, pensamiento que cambio de inmediato después de ingerir algunas bebidas embriagantes. Comenzó a nadar y después de algunos metros vimos como si algo o alguien lo hundiera, pero al principio creíamos que solo jugaba, hasta que de repente ya no salió. Varias de las personas que estaban ahí intentaron buscarlo, pero fue inútil. Fue cuando decidimos llamarles a ustedes. Me dijo la madre de aquel desafortunado joven.
Al poco rato llegaron los bomberos, pero también les fue imposible localizar al muchacho. Después de platicarlo mucho pedimos autorización para llamar al equipo de buzos, desafortunadamente ellos tardarían varias horas en llegar, pues al no contar nosotros con ese equipo, tuvimos que pedirle ayuda a nuestros vecinos de Acapulco, que de inmediato aceptaron.
Decidimos pedir el apoyo de la policía municipal para resguardar la zona, ya que queríamos evitar una segunda tragedia, pues los familiares insistían en que ellos lo encontrarían por sus propios medios.
Desalojamos a familiares, visitantes y curiosos, dejando la presa al cuidado de la policía, nos fuimos cerca de las 8 de la noche por que regresaríamos muy temprano con el equipo de buzos.
Esa noche fue bastante larga, debido a que me toco quedarme de guardia, los minutos se me hacían horas, me había quedado muy gravado el rostro de esa madre adolorida.
Estaba por quedarme dormido cerca de las 3 de la mañana, cuando escucho por el radio.
- Compañero aquí tenemos un joven de 25 años aproximadamente, que dice buscar a su familia, porta un short color rojo y esta sin playera, nos comenta que entro un rato a nadar y cuando salió su familia se había ido, pido por favor apoyo para que lo lleven a su domicilio.
Enseguida desperté a mi compañero, tenia la esperanza de que el joven se hubiera quedado dormido por ahí y todo fuera una muy mala broma, pero al llegar a la presa los policías estaban bastante mal.
Incluso tuvimos que llamar a la ambulancia por que ambos habían tenido una crisis nerviosa bastante fuerte.
Cuando lograron estabilizarlos uno de ellos comento que el mucho se había acercado a pedir ayuda, también dijo que no estaba solo que habían otros tantos queriendo salir de la laguna.
- No le hicimos mucho caso por que creímos que se encontraba bajo los efectos de alguna sustancia, pero comenzó a golpear los vidrios de la patrulla y cuando nos bajamos para detenerlo pudimos ver como de la laguna comenzaban a salir hombres y mujeres. Nos subimos a la patrulla y al prender las luces el joven corrió hacia la laguna y se aventó al agua.
- Y las personas compañero ¿donde están? le pregunte nervioso.
- No había nadie me dijo entre lagrimas, y el joven ya jamás salió.
Lamentablemente uno de ellos sufrió un infarto ahí, y tuvieron que trasladarlo a un hospital, y el otro compañero dijo que ni loco se quedaba, así que se subió a su patrulla y se fue a toda velocidad del lugar.
Nos retiramos cerca de las 7 de la mañana prácticamente a recoger en el aeropuerto al equipo de buzos, y vaya sorpresa que nos llevamos al regresar nuevamente a la laguna.
Ya estaban los familiares del joven tratando de encontrarlo, comenzaron a ponerse sus trajes e ingresaron.
A los pocos minutos sale uno de los buzos y me pregunta:
- Compañeros ¿a cuál hay que sacar?
Yo algo desconcertado y dudando de sus capacidades laborales le dije
- Pues al joven Gerardo compañero a quien mas va ser.
cuando veo que hace un movimiento con la cabeza en señal de desaprobación y comienza a nadar hacia la orilla y cuando por fin salió de la laguna se acerca a toda prisa y me dice:
Creo que no me explique bien compañero, ¿a quien hay que sacar? Ya que fácilmente hay mas de 20 cuerpos ahí abajo.
Me quede en shock al escucharlo y después de algunos segundos, le marque de inmediato a mis superiores y me dieron la orden de desalojar a toda la gente del lugar. Y así lo hice.
Cuando comenzaron a sacar los cuerpos no lo podía creer la gran mayoría tenia atada a sus manos o piernas enormes rocas para que no flotaran.
No podía con aquella atroz escena, ya habían sacado mas de 15 cuerpos pero del joven Gerardo nada. Fue casi al oscurecer cuando grita creo que lo he encontrado. La escena era aun mas horrible que horas antes, tuvieron mucha dificultad al sacar el cuerpo, y cual fue su sorpresa al ver que estaba una joven mujer sosteniéndolo del tobillo izquierdo, razón por la cual se dificultaba sacarlo.
La cara del joven tenia un gesto de terror, incluso murió con los ojos abiertos. De la joven mujer horas después nos enteramos que tenia reporte de desaparición, supongo no tendría mucho de haber fallecido por que su cuerpo no presentaba avanzado estado de putrefacción.
Incluso los médicos forenses tuvieron que quebrar la mano de la mujer para lograr que lo soltara del tobillo. Según dicen que ellos no se explican como es que esa mujer lo agarro con tal fuerza para ahogarlo, no es científicamente ni médicamente posible.
Yo no busco la lógica ante tal caso solo se que marco mi vida y mi carrera, tampoco busco justificarla pero es que en realidad si no hubiera muerto Gerardo ese día nunca hubiéramos podido encontrar a esas personas.
Lamentablemente el pago con su vida el descanso de aquellas almas que se presume murieron a causa del crimen organizado.
Ahora, en mis días de descanso suelo irme a quedar a presas y lagos, esperando ayudar a todas esas almas que aun no han podido ser encontradas y por fin darles el descanso que tanto anhelan.
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Nos leemos en la siguiente y recuerden… no tengan miedo de eso que no pueden ver… pero está ahí… detrás de ustedes.